lunes, 24 de febrero de 2014

El baile de Adolfo

Soy un fan de la salsa de salón. Aquí un cuento corto inspirado en una típica fiesta "social" de esas.


Un gran círculo se formó a su alrededor. A Adolfo no le gustaba ser filmado mientras demostraba su buen baile. La chica que él sacó a bailar, al contrario, sentía un masaje a su ego: sabía que ese video terminaría siendo visto por miles de personas de diferentes países en Youtube. Ella sería la envidia de todas en su natal París cuando lo viesen. “Buchupluma nama' ” era la letra de la canción que el DJ tocaba. Adolfo tomó a la chica por la mano derecha. Abrió la línea de baile. La hizo girar. Ella empezó a pivotear hacia la derecha con sus zapatos de taco alto. Adolfo le hizo una preparación. Ella giró dos veces en su sitio. Su larga  y sedosa cabellera rubia ondeó y cacheteó al hábil Adolfo. Él se rió y le puso la mano en el omóplato. Él la guió hacia la derecha. Luego la soltó y empezó con sus pasos de pachanga. Sus pies flotaban por el suelo, haciendo figuras en zigzag. Las caderas de la rubia dibujaban figuras en forma de ocho. Los que estaban alrededor miraban concentrados: Unos estaban pensando cómo bailar tan bien Adolfo; otros, buscando el más mínimo error en su técnica para criticarlo; y muchos otros, filmándolos con sus celulares.

    Adolfo Indacochea es muy explosivo. Se aloca cuando hace "shines” — me dijo uno de los espectadores que estaba a mi lado.

    Pero al menos es suave cuando baila en pareja. No les hace doler los brazos a las chicas como lo hace Fernando Sosa — respondí.

Mientras tanto, vi cómo Fernando, a tan sólo tres metros bailar esa fusión de salsa y hip hop que lo caracterizaba. Su velocidad y fuerza al moverse dejaban en vergüenza a Usain Bolt. Su pelirroja pareja de baile tenía los ojos despistados.

    Sí, tienes razón: Fernandito sí que es muy explosivo y bestia para bailar en pareja. — me dijo ese espectador haciendo un gesto de aprobación.


Así era este mundo de la salsa de salón: una serie interminable de bailes, masajes al ego y chismes. Un mundo frecuentado por gente de todos los colores, naciones y clases sociales.

El "vieco" y la "mar"


Esta escena está inspirada en una entrevista a uno de mis escritores favoritos.


El reportero le extendió su micrófono. El escritor reflexionó antes de responder en español. Su boca empezó a producir un montón de erres gringas y conjugaciones equivocadas verbales. El reportero lo miraba atento a través de sus lentes gruesos y negros.

—     He experienciado un sensación de alegría cuando me han anunciado el premio. Soy muy contento de ser el primer cubano “sato” a ganar este premio — dijo el escritor.
El escritor no soltaba el puro que estaba fumando. Una bocanada de humo salió de su boca. El bisoño reportero pensaba largamente en la siguiente pregunta. El camarógrafo se sentía aburrido de tanto esperar. “¿Tanto demora este hijo’e puta en hacerle una simple pregunta? ¡Coño! ¡Ni que fuese una entrevista a Stalin!”, pensó.
—     Y dígame, señor Hemingway, usted que ha vivido y ha escrito una buena parte de sus obras en Cuba ¿Qué influencia ha tenido este país en su obra?

El escritor miraba hacia abajo. Las cámaras, los reporteros, la fama, nada de eso era lo suyo. Subió de nuevo la mirada, tratando de enfrentar a su interlocutor.
—     Creo que me ha influido en el sentido de tratar de comprender la mar. Nosotros que quiere llamar la mar, pero es el mismo. Pero cuando hay norte, se llama toda manera femenina. A veces. Pero la mar es la gran influencia en mi vida y de lo que ha tratado de hacer en la literatura. Y sobre todo la mar de la costa norte del Cuba donde hay gente tan noble y más noble que él, que yo ha tratado de describir en el Vieco y la Mar. El estado  Cojima y Cojima es una cosa seria.

El reportero puso una cara de no entender ni un carajo. Por suerte sólo faltaba una pregunta.

Bienvenidos

Hola a todos. Este es otro blog salido de mi afluente — y quemada, dicho se de paso —  imaginación. Aquí publicaré escenas cortas e historias cortas que tal vez les he mostrado anteriormente.

Espero que les guste.

Nos vemos